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ONELIFE #38 – Spanish

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Land Rover’s Onelife magazine showcases stories from around the world that celebrate inner strength and the drive to go Above and Beyond. New perspectives meet old traditions - these contrasts unite in the latest issue of ONELIFE. Together with Landrover we travelled around the globe. From the high-tech city of Shenzhen in China to the carnival subculture in Brazil to Wuppertal. We got to know one of the oldest space travelers, technology visionaries and watch lovers, just as the new Range Rover Evoque. An exciting journey through the world of yesterday, today and tomorrow.

CULTURA Pieles,

CULTURA Pieles, volantes, luces chillonas y toda clase de cosas brillantes desatan un auténtico frenesí en el barrio de Guadalupe, en Río de Janeiro. Por sus calles desfilan diferentes comparsas engalanadas con elaborados disfraces y máscaras. La propuesta estética tiene resonancias clásicas, pero las luces de neón y los adornos tornasolados, innegablemente modernos, dan al acontecimiento un aire luminoso y sofisticado, estridente y majestuoso al mismo tiempo. Después de un año de preparativos, las comparsas se pavonean con orgullo y parasoles, humaredas de colores y fuegos artificiales compiten por su espacio en el cielo. Los niños, con un aire fanfarrón, toman el barrio ilusionados y felices. Esta y otras increíbles imágenes son capturadas en el documental This is Bate Bola, codirigido por Ben Holman y Neirin Jones, un trabajo que sitúa a los espectadores en pleno corazón de una subcultura carnavalera de Río hasta ahora apenas conocida. Lejos de los focos del carnaval oficial, en el bate-bola decenas de comparsas de ciudadanos de clase trabajadora organizan sus propios desfiles temáticos y, armados con sus elaborados disfraces y atrezo, pugnan por la hegemonía en una particular competición entre barrios. Mitad juego, mitad desafío, el bate-bola tiene sus raíces en las tradiciones carnavalescas africanas y europeas, en las que hombres enmascarados, haciendo estallar vejigas de animales contra el suelo, azuzan y asustan a las multitudes. En la actualidad, las vejigas han sido sustituidas por globos atados a unos palos: un bate y una bola, he aquí el origen del nombre. Holman es un documentalista británico con una envidiable colección de sellos en su pasaporte. «Planifica tus vacaciones soñadas y, después, busca una película que te encaje», bromea. Y no solo puede presumir de países visitados, sino también de un historial de películas que explican potentes historias de diferentes lugares del mundo. Al igual que sus documentales, Holman es un tipo cálido, cautivador y que cae bien al instante. En el trabajo, derrocha energía y le gusta estar en el centro de la acción, algo de lo que puede dar fe su pierna, vendada a causa de una fractura sufrida durante el rodaje. Desde que cumplió su sueño de infancia y pasó el fin de año del cambio de milenio en la playa de Copacabana, Holman ha vivido a caballo entre Londres y Brasil. «Siempre he conectado mucho con Sudamérica, por los amigos que tuve de adolescente. Desde entonces me he sentido muy próximo a esta cultura». Holman recuerda los nervios iniciales, fruto de prejuicios provocados por películas como Ciudad de Dios. «Sí, hay delincuentes y pistolas —reconoce—. Pero ves que las abuelas y los niños conviven con la situación y la convierten en una parte más de su día a día. Y yo creo que, si estoy aquí, estas reglas también valen para mí». Holman, en cuyo currículo figura también la condición de boxeador amateur, se topó en una de las favelas con peor fama de Río con una ONG que organiza entrenamientos de boxeo con fines educativos. Sabedor de que había descubierto algo que iba más allá de los clásicos estereotipos de la ciudad, Holman estableció un fuerte vínculo con esa comunidad y empezó a rodar vídeos para echarles una mano, con la esperanza de llegar al gran público. Uno de los integrantes de esa comunidad, Alan Duarte, puso en marcha su propia ONG, Abraço Campeão y, desde entonces, Holman se convirtió en todo un embajador de su causa. Su aportación personal fue el documental The Good Fight, ganador del premio al mejor documental corto en el Tribeca Film Festival de 2017, lo que le sirvió para acceder a recursos financieros que permitieron ayudar a sus jóvenes protagonistas. Las películas de Holman son íntimas y vivenciales. El espectador puede percibir la atmósfera, las emociones y el poder sensorial de cada momento. Además, dan la palabra a voces marginalizadas: «Un tema recurrente en mi trabajo es conectar con lugares y personas que, a mi modo de ver, son víctimas de la incomprensión o no están bien representados, y tratar de mostrar la realidad. Por eso, el objetivo de Bate Bola era enseñar todo este amor, la calidez que descubrí en estas comunidades, un sentimiento muy potente y muy real». «El bate-bola es pura emoción: el ruido, los olores, toda esa locura... Es divertido y hermoso, pero también un poco provocador y siniestro. Para mí, es una Ben Holman renunció a su trabajo en una metáfora fantástica de lo que son agencia publicitaria de Londres para las favelas». dar voz a historias desconocidas de todo el mundo con sus documentales. Para Holman, el bate-bola es uno de estos casos en los que tal vez hace falta la mirada de alguien de fuera para que la gente del propio país llegue a apreciar su valor. «Si no, toda esa gente sería invisible. Se ponen máscaras para que los vean. Fuera de su pequeña comunidad, son desconocidos y nadie reconoce ni respeta sus increíbles disfraces ni todo el trabajo que hay detrás». En las proyecciones especiales de la película organizadas en Chicago y Londres, Holman ha intentado reproducir la carga dramática del bate-bola: el público estaba de pie y la proyección contó con una banda de músicos brasileños tocando en directo y con el grupo del creador de bandas sonoras Ben Lamar Gay, además de una fiesta posterior con enormes altavoces para reproducir la atmósfera carnavalera. Holman confía en que Bate Bola servirá para dar a este acontecimiento la difusión y el reconocimiento que merece y también para descubrir que en Río hay vida más allá del carnaval. «Para mí, Río es a la vez la ciudad más hermosa y más fea del mundo —reflexiona Holman—. Puede ser muy tétrica, pero siempre que he estado allí he vivido también ese momento de magia auténtica, de algo especial». VEA EL VÍDEO Vea This is Bate Bola y descubra otros proyectos de Ben Holman en www.beijafilms.com 64

RIGHT XXXXXX «DIVERTIDO Y HERMOSO, PROVOCADOR Y SINIESTRO... EL BATE-BOLA ES UNA METÁFORA DE LAS FAVELAS». 65