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Jaguar Magazine DYNAMIC – Spanish

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In der Jaguar Magazine Ausgabe 02-2015 stellen wir nicht nur den neuen Jaguar XF vor, sondern auch die verantwortlichen Technik-Experten dahinter. Außerdem ist es uns gelungen, ein Treffen mit zwei der gefragtesten britischen Schauspieler zu organisieren: Idris Elba begleiteten wir auf seiner Spritztour nach Berlin im neuen XE und Benedict Cumberbatch interviewten wir über den Dächern Londons ...

TECNOLOGÍA Para los

TECNOLOGÍA Para los clientes de la alta costura que quieren ropa hecha a medida, perfectamente adaptada a su cuerpo, la impresión 3D es ideal como muy pronto” se podrán imprimir tejidos cómodos en 3D. Un plazo largo, teniendo en cuenta que desde hace tiempo se investigan los movimientos que hacen los gusanos de seda al tejer para reproducir artificialmente el proceso. El problema fundamental es que la moda 3D no es una moda ponible. Su pariente más cercana es la alta costura, esa moda anticuada y lujosa de ropa hecha a medida, cosida a mano y exclusiva, que en tiempos pasados era muy apreciada por los europeos multimillonarios y los americanos de la alta sociedad, y ahora se ha convertido en la “reserva natural” de los rusos y los árabes que nadan en petróleo. Van Herpen coincide en que “la impresión 3D es ideal para los clientes de la alta costura que quieren prendas hechas a medida, que se adapten perfectamente a su cuerpo”. Y añade: “Pero no creo que pueda utilizarse en la fabricación en serie en un futuro próximo porque resulta muy cara”. Sin embargo, uno de los sectores de la moda donde la impresión 3D sí podría causar un gran impacto es la customización. “Creo que la impresión 3D no causará una revolución en la confección al por mayor, sino en la confección customizada”, explica Will Seymour, analista de Future Foundation, una agencia de tendencias con sede en Londres. Y añade: “Por eso, deberíamos considerar esta tecnología como una oportunidad para revolucionar el servicio al cliente. La industria de la moda necesita despertar el interés de una generación de consumidores más jóvenes, muy aficionada a jugar con diseños y a experimentar con nuevas posibilidades. Las marcas de ropa tendrían que animar a los clientes a preguntar, por ejemplo, si una prenda se podría fabricar en otro color o de otro material, en lugar de decir que necesitan tal o cual prenda”. Los diseñadores de accesorios también han entrado en el juego. Rem D Koolhaas, un arquitecto holandés que diseña calzado (sobrino del célebre arquitecto Rem Koolhaas, sin D), utiliza la impresión 3D desde hace más de 15 años para fabricar prototipos de zapatos y tacones para su marca de calzado United Nude. En 2013 colaboró incluso con Van Herpen en la confección de unos zapatos espectaculares de estilo medusa, que parecen hechos con cientos de raíces de árbol o tentáculos de medusa. Pero no todas las creaciones de Koolhaas son terroríficas. “También diseñamos zapatos más sencillos, que pueden fabricarse con impresoras 3D mucho más pequeñas, como las que algunas personas tienen en casa”, explica Koolhaas. Sin embargo, admite que los zapatos 3D “no pueden sustituir los zapatos convencionales” y que “la impresión 3D no podrá reemplazar la producción convencional en serie en un futuro próximo, y quizá nunca pueda. Pero para los diseñadores es una herramienta complementaria excelente”. En otra parte del mundo, los experimentos de Nike en impresión 3D culminaron el año pasado con la creación del calzado deportivo Vapor Ultimate Cleat, unas botas de fútbol livianas, que parecen calcetines. Y Continuum, un laboratorio de diseño con sede en Nueva York, ha lanzado al mercado una línea de sandalias de poliuretano, inspiradas en la escultura Apolo y Dafne de Bernini. Es fácil entusiasmarse con utopías... Después de todo, ¿a quién no le atrae la idea de elegir un vestido en Internet y poder imprimirlo al momento para solucionar dilemas de vestuario? Sin embargo, la verdad innegable es que todavía estamos muy lejos de un futuro en el que la mayoría de la gente tenga una impresora 3D en casa. Alex Newson, el comisario de The Future is Here, una exposición itinerante del Museo de Diseño de Londres en la que se analiza la afirmación de que las tecnologías digitales podrían precipitar la próxima revolución industrial, señala también algo muy cierto: “A los consumidores, los procesos de fabricación les interesan muy poco. Lo que les importa es cómo funcionan los productos, cuánto cuestan y qué aspecto tienen”. Por el momento, el nicho de mercado de la moda impresa en 3D parece limitarse a la fabricación de prototipos. Hasta que los materiales que se 44 j LA EDICIÓN DINÁMICA

La tecnología ponible de Borre Akkersdijk (izquierda) incorpora componentes de Wi-Fi, GPS y Bluetooth que convierten al usuario en un punto móvil de acceso a Internet. Dos ejemplos deportivos de Nike son las botas de fútbol HyperAgility (arriba) y las Vapor Ultimate Cleat (arriba a la derecha), estas últimas fabricadas con un tejido intrincado. Vestido y zapatos impresos en 3D, de Van Herpen (derecha) utilizan para fabricar prendas en 3D no sean bonitos en lugar de ser sólo adecuados y, en la mayoría de los casos, muy incómodos, su uso seguirá siendo muy esporádico. No obstante, se están haciendo progresos en la impresión 3D de hilados y tejidos. En este caso, la tela se teje en tubos interconectados superponiendo capas para formar una tercera dimensión. Precisamente los avances de este tipo son los que pueden contribuir a que esta tecnología ponible encuentre más adeptos. El diseñador holandés Borre Akkersdijk creó el BB.Suit, un traje impreso en 3D en el que entretejió componentes de Wi-Fi, GPS y Bluetooth que convierten a quien se lo pone en un punto móvil de acceso a internet. La impresión con hilos conductores de electricidad y la inserción de chips entre las fibras del tejido para disponer de Wi-Fi podrían permitir una mejor integración de la conexión a Internet en las prendas de vestir. Probablemente no falta mucho para que un jersey registre que el corazón nos late con fuerza y nos conecte con una agencia de contactos, o hasta que una camiseta detecte que empezamos a sudar y nos dirija al aire acondicionado más cercano. Y una vez más nos hemos dejado llevar por las utopías... Quizá haya llegado el momento de recordar la cruda realidad de las impresoras: estas herramientas pueden ser las más exasperantes de la vida moderna. Cuando se acaba la tinta o el papel, se desconfiguran los márgenes, se atasca el papel o se calientan, las impresoras pueden convertirse en la maldición de la oficina. Así que, por el bien de nuestra presión arterial, quizá sea mejor que la impresión 3D continúe siendo una especie de espejismo, algo que se disfruta sin reflexionar. Al menos por ahora. LA EDICIÓN DINÁMICA j 45